JOSÉ MARÍA MURUZÁBAL DEL SOLAR
PINTURA Y ESCULTURA NAVARRA
PINTURA: OBRA DE ABRIL DE 2015
“Borda de
Velate”
Óleo / lienzo. 30 x 40 cm. 1920-25.
ETXENIQUE ANSORENA, Francisco
Francisco Etxenique Ansorena (Elizondo, 1890 -1948). Estudió
en su pueblo natal y pronto entró a trabajar para el
ayuntamiento del valle. Tras formarse en la fotografía comenzó
a interesarse por el dibujo y la pintura, todo ello de una
manera absolutamente autodidacta. De esta manera se convirtió
en un pintor aficionado, de “domingo”, elaborando su
producción por el entorno del Baztán y el Bidasoa. Pintó
siempre al aire libre, inspirándose en la vibrante y bella
naturaleza que le rodeaba, sin prisas, disfrutando de su
pasión. Expuso varias veces el “El Pueblo Vasco” de San
Sebastián, tres veces más en los salones de la DFN, en Bilbao
y también en Bayona. Colaboró como ilustrador en el El Bidasoa
de Irún, ilustrando carteles para las fiestas de Elizondo y en
la Geografía del País Vasco, de Altadill. Elaboró a la
aguatinta sus series de “Apuntes vascos” del Baztán, luego
impresas en tarjetas postales por Laborde y Labayen, de
Tolosa. En 1949, tras su fallecimiento se le ofreció una
exposición homenaje en Elizondo y Javier Zubiaur organizó una
excelente exposición antológica, en la sala de arte de la CAN
de Burlada, en octubre de 1980, acompañada de un magnífico
catálogo.
La obra que presentamos se conserva en importante colección de
arte navarro, en Pamplona. La obra paisajística de Etxenique
Ansoena evoluciona desde el realismo de tipo académico hacia
un impresionismo de carácter personal. Su obra se encarga de
trasmitir el paisaje de la Navarra norteña, con sus luces y
colores, manejando acertadamente la composición y la
perspectiva. Caseríos, barrancos, hayas, torrentes, bosques,
penumbras … todo ello, con sus correspondientes estudios
lumínicos, constituye la obra del paisajista baztanés, sin
duda uno de los pioneros de la denominada Escuela del Bidasoa
en Navarra. El cuadro en sí presenta una sencilla borda, en
medio del monte baztanés, con un verde prado en primer plano y
unos cuantos árboles frondosos con telón de fondo. En
definitiva, un simple rincón del Valle de Baztán con el que
mostrar los efectos de las luces y de los colores. |